Técnicas de aromaterapia

Las propiedades beneficiosas de los aceites esenciales pueden obtenerse mediante técnicas diferentes, la que se basa exclusivamente en el aroma y la que además aprovecha el resto de propiedades de los aceites mediante la absorción por la piel.

Aromaterapia olfativa

Aunque existen diferentes maneras de hacerlo, la más habitual es diluyendo el aceite esencial elegido en agua caliente en una lámpara especialmente creada para tal fin.

Al calentarse el agua y evaporarse, el olor se esparce por la habitación y es asimilado por la persona, actuando sobre su cerebro a través del sistema olfativo.

Aromaterapia por masajes

Es muy importante tener en cuenta que los aceites esenciales están altamente concentrados y que no se pueden aplicar directamente sobre la piel.

En lugar de ello, lo normal es diluirlos en agua o en los llamados aceites base para que no dañen la piel. A través de los masajes, los aceites penetran en el cuerpo y de este modo pueden contribuir a mejorar problemas musculares, inflamatorios o relacionados con la piel.

También actúan como terapia olfativa, ya que al aplicarlos necesariamente el paciente también los huele, penetrando por sus fosas nasales.

Un ejemplo de este tipo de aplicación es el famoso aceite esencial de árbol de té tan de moda, y que se aplica para eliminar hongos de la piel o para prevenir los piojos.

Aromaterapia mediante baños

Una forma muy efectiva de que el aceite esencial penetre por la piel y también por las fosas nasales a modo de vapor. Esta técnica se realizaba ya en los tiempos de los antiguos romanos.

Un ejemplo es el aceite esencial de tomillo que ayuda a despejar la nariz y aliviar las molestias catarrales típicas del invierno.